También Aman...
Eran las 19.45 horas de la tarde y mientras estaba frente a mi televisor, sentí esas ganas tremendas de verte. Si, porque había pasado todo un día sin tener el placer de tocar tu piel, de sentir tu aroma o simplemente oír en mis oídos lo dulce de tus suspiros…
Todos los hombres siempre tratamos de demostrar que somos fuertes, independientes y anti- romanticismo… Hasta que aquella palabra de pocas letras pero gran significado se apodera de nuestros pensamientos, acciones y sentires… Si, cuando el Amor golpea las duras puertas, de nuestro rudo corazón; Los hombres volvemos a ser niños, volvemos a sentir la necesidad de las caricias y de las preocupaciones que solo es capaz de hacerte sentir el ser amado y que te ama…
Por ello, tome las llaves de mi auto, y aceleré… Llegue hasta la puerta de tu departamento… Y ahí estabas, nuevamente mía, nuevamente besándote y sintiendo que tus abrazos eran pertenencia, lealtad y entrega.
A los treinta y tantos, las relaciones son distintas. Dejan de ser fogosas para transformarse en proyectos de vida. Deja de lado lo simple para involucrar lo complejo de cada una de ambas vidas. Ya no son pasajeras más bien duraderas. Ya no son solo una aventura al conocimiento, sino que una demostración de la madurez de nuestros corazones. Después de años de estudio, de obtener un trabajo seguro, estable y que me hace sentir realizado… La otra cara de la moneda… El Amor…. Me hace sentir que necesito verte, escuchar tu voz al sonar mi teléfono… He descubierto que los hombres también lloran, se arreglan, se preocupan de las canas y las arrugas. Pero lo mejor de todo… Los Hombres también sienten… También Aman.
Todos los hombres siempre tratamos de demostrar que somos fuertes, independientes y anti- romanticismo… Hasta que aquella palabra de pocas letras pero gran significado se apodera de nuestros pensamientos, acciones y sentires… Si, cuando el Amor golpea las duras puertas, de nuestro rudo corazón; Los hombres volvemos a ser niños, volvemos a sentir la necesidad de las caricias y de las preocupaciones que solo es capaz de hacerte sentir el ser amado y que te ama…
Por ello, tome las llaves de mi auto, y aceleré… Llegue hasta la puerta de tu departamento… Y ahí estabas, nuevamente mía, nuevamente besándote y sintiendo que tus abrazos eran pertenencia, lealtad y entrega.
A los treinta y tantos, las relaciones son distintas. Dejan de ser fogosas para transformarse en proyectos de vida. Deja de lado lo simple para involucrar lo complejo de cada una de ambas vidas. Ya no son pasajeras más bien duraderas. Ya no son solo una aventura al conocimiento, sino que una demostración de la madurez de nuestros corazones. Después de años de estudio, de obtener un trabajo seguro, estable y que me hace sentir realizado… La otra cara de la moneda… El Amor…. Me hace sentir que necesito verte, escuchar tu voz al sonar mi teléfono… He descubierto que los hombres también lloran, se arreglan, se preocupan de las canas y las arrugas. Pero lo mejor de todo… Los Hombres también sienten… También Aman.